Has hecho de nosotros locos poetas de madrugadas interminables
La taberna se abre, tú pagas el vino con tu fortuna inagotable
En la cuerda de la guitarra atamos tu atención
Y si nos faltas un segundo morimos de dolor
Oh dulce amor, oh dulce amor
Eres mal negociante, tabernero amigo
Amando a estos borrachos e inútiles mendigos
Vivimos aferrados al fuego del amor
En tu sonrisa quedamos para siempre prendidos
Oh dulce amor, oh dulce amor
Quien conoce la taberna, no, no puede olvidarla
La jarra nunca vacía y el tiempo pasa y no pasa
En la cuerda de la guitarra atamos tu atención
Y si nos faltas un segundo morimos de dolor
Oh dulce Amor, oh dulce Amor.